Dios está más interesado en que tu crezcas, aprendas y madures que en tu desempeño perfecto. Es decir, no tenemos que haber alcanzado la perfección para servir a Dios, pero si debemos estar dispuestos a crecer.
Es preferible empezar haciendo algo de manera imperfecta que esperar las condiciones perfectas, que en realidad nunca llegan. Pero habiendo dicho esto, la Biblia menciona que tenemos que cuidar al menos cuatro factores para ir perfeccionándonos.
1.Cumple con tu palabra: Personas íntegras que cumplen con su palabra son raras en nuestra sociedad. En Proverbios 20:6 dice “Hay muchos que afirman ser leales, pero nadie encuentra gente confiable”. A largo plazo ser confiable es más importante que ser super talentoso. La persona que cumple con su palabra se le confiara más responsabilidad.
2.Trabaja con entusiasmo: Los grandes artistas dan todo de si mismo, sin importar el tamaño de su audiencia. En Colosenses 3:23 dice “Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente”. Al trabajar con entusiasmo para Dios los resultados también se verán reflejado en la calidad de mi servicio. A todos nos gusta estar rodeado de personas entusiasmadas, es contagioso.
3.Ten una actitud positiva: Los quejumbrosos nunca sobresalen en nada excepto en quejarse. En Filipenses 2:14-15 dice “Hagan todo sin quejarse y sin discutir, para que nadie pueda criticarlo”. Incluso bajo presión o demandas poco realistas, cuida en no reaccionar de manera negativa. Tu actitud positiva siempre marcará la diferencia porque los quejumbrosos abundan por todos lados.
4. Realiza más de lo esperado: Nunca sobresaldrás haciendo solo el mínimo requerido. Este es un hábito que todos deberíamos practicar continuamente. Jesús dijo en Mateo 5:41 “Si un soldado te exige que lleves su equipo por un kilómetro, llévalo dos”. La excelencia se demuestra en ofrecer siempre mas de lo esperado. Esto garantiza que brilles en todo sentido.
Dios quiere ir perfeccionándote para que te vuelvas más y más como Jesús y esto es un proceso. Al permitir que Dios vaya cambiándonos nos aseguramos de que no nos quedemos estancados en la mediocridad.
Nunca dejes de desarrollarte, crecer, aprender y mejorar. Se necesita más que solo desear o soñar con sobresalir. Se necesita esforzarse y ser disciplinado. El mundo está lleno de personas criticas y negativas, no necesitamos mas de ellas. Lo que si necesitamos es personas positivas, que cumplen con su palabra, que hacen mas de lo esperado y que tengan entusiasmo.
El proceso de ser perfeccionado por Dios me garantiza de que tendré un futuro glorioso. Tendré mejores oportunidades, mejor posición laboral, y mas recompensa. Pero sobre todo estaré poniendo el nombre de Dios en alto.